Las muertas de Juarez

La impunidad continúa

martes, septiembre 12, 2006

La encontramos viva!!!
 
 
Nuestras Hijas de Regreso a Casa, y la familia Marrón Solorio, agradecen a ustedes su solidaridad para la búsqueda de la joven autista Sisara Elizabeth Marrón Solorio, de 18 años de edad desaparecida en Ciudad Juárez el pasado martes 5 de septiembre y localizada el domingo 10 de este mes.
Sisara desapareció cuando estaba de paso en Ciudad Juárez. Sus padres son ilegales en Estados Unidos y habían enviado a Alejandro Marrón, su tío, para que ayudara a la joven a cruzar la frontera y reunirla con su familia.  Sisara junto con un primo de su edad y el tío de ambos, comerían en un centro comercial, pero la joven fue al baño y de ahí no se supo más de ella.  Su madre (Delia Solorio) viajó de inmediato a esta ciudad dispuesta a encontrar a su hija viva o muerta. 
A partir de su desaparición Nuestras Hijas de Regreso a Casa implementó un operativo para hacer la búsqueda, que incluía poner el reporte de desaparición ante la Unidad correspondiente e intentar activar las alertas con las diversas instancias;   asimismo se cubrió la ciudad con volantes que contenían la información necesaria para que la comunidad identificara a la joven y los números telefónicos a dónde reportar algún dato que llevara a su localización.
De igual manera se movilizaron algunas madres de niñas y jóvenes asesinadas y desaparecidas, con el fin de llevar las pesquisas a cada hogar calle por calle en la zona aledaña al lugar de desaparición de Sisara, hasta donde Nuestras Hijas de Regreso a Casa llegó con un carro de sonido para hacer salir de sus casas a los vecinos para que se enteraran de las características físicas de la chica mirando su foto en los volantes y ayudaran a encontrarla.
En el momento en que nos encontrábamos en un crucero importante repartiendo las pesquisas a los automovilistas que pasaban por el lugar, nos llamaron a uno de los celulares para informar de una estación de policía que la joven había sido localizada con bien, gracias a que el día anterior habíamos llevado copias de las pesquisas a las estaciones de policía para que cada patrullero llevara consigo la foto de Sisara.   El policía que la encontró señala que la identificó y se acercó a ella para preguntar si era la de la foto. Así fue que Delia pudo encontrarse de nuevo con su hija, a quien al verla de nuevo y con vida, le besó sus pies, sus manos y dio gracias a Dios por el milagro.

El hecho nos llenó de alegría, y puso de manifiesto que cuando existe solidaridad podemos organizar una búsqueda efectiva. Gracias a todos y todas quienes pudieron acompañarnos utilizando desde sus oraciones, regalándonos copias de los volantes, acompañándonos física y moralmente en la pesquisa, o aportando su dinero, su compañía o su tiempo para hacer más ligero este duro trabajo, que en esta ocasión nos llena de gozo el corazón haber obtenido este resultado.  
 
Gracias, por ayudarnos a reunir a esta familia con su hija.